jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Te acuerdas?

La añoranza de un tiempo en el que ser feliz era fácil, cuando el sabor más dulce jamás probado era el de un helado comprado en un calurosa tarde de verano. Aquel tiempo cuando el latido del corazón solo se aceleraba cuando corrías para no ser el último de la fila y las manos te temblaban al abrir un regalo el día de tu cumpleaños.
¿Recuerdas qué cuando te equivocabas gritabas "¡NO VALE!" y después nadie se acordaba de lo que había pasado? Cuando de verdad creías que los amigos eran para siempre. ¿Llorar? Solo con un tropiezo en el parque. ¿Consuelo? Una tirita y un beso de mamá.
Cuando te escondías detrás de la almohada para no ver como los protagonistas de la película se daban el beso final porque te parecía realmente asqueroso. Tu mayor secreto es el miedo a la oscuridad, la cosa que más quieres el peluche de tu cama. Aquella época cuando deseabas ser mayor, encontrar a tu príncipe azul y ser felices y comer perdices. Ser médico, profesora o futbolista eran los sueños que querías que se cumplieran.
Cuando todavía no sabías el verdadero significado de la palabra amor, solo que era bonita...